Bondad rural con comodidad urbana

Desconectarse de la bulliciosa y estresada ciudad y conectarse sin apuros con el hermoso paisaje de la zona de Los Maitenes de Marchigue es algo que se puede vivir a fondo en este hostal. Fue así que Francisco Hidalgo y Rosa Cornejo, crearon un espacio donde las personas, en un ambiente cálido y acogedor, pudieran disfrutar de las bondades que brinda este paisaje campestre. Quienes vienen a quedarse en este lugar pueden disfrutar lo mejor de dos mundos: la comodidad de la vida urbana y la tranquilidad que otorga la vida rural. Los corredores de la casa colonial, de típica arquitectura de la zona, invitan a las personas a conectarse con la historia y la cultura de este territorio. La amabilidad es una expresión de la calidez con la cual cada visitante es tratado de hecho, Francisco y Rosa dicen con mucho entusiasmo: “nos encanta malcriar a cada persona que viene”.


“Queremos que las personas se sientan a gusto, tranquilas, en un ambiente de buenas vibras, por eso nos encanta regalonearlas”


Marchigue mantiene latente en el alma de sus habitantes los molinos que sacaban agua de sus pozos y que le daban a esta comuna una hermosa y pintoresca característica. Es este justamente el sello que caracteriza a el “Hostal Molino de Viento Los Maitenes” ya que en su propiedad sigue funcionando para el regadío de su vegetación el que acaso sea uno de los últimos molinos, manteniendo vivo el paisaje cultural de esta comuna.

Rosa y Francisco atienden personalmente a cada visitante otorgándoles una experiencia única de calidez que se suma a la comodidad con la cual está concebido este espacio, ya que entrega toda la autonomía necesaria para hacer un buen asado de cordero del secano, por ejemplo. Además, se preocupan de sugerir los lugares a visitar, mostrar la vida rural, llevarlos a disfrutar de lugares que muestran el hermoso paisaje cultural del territorio.

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