Estofado de cordero es un plato icónico que tiene las variables que consideran en su cocina: ocupar productos que son de descarte y presentarlo en una super merienda, como es el caso del cogote y el plato “Estofado de Medallón de cuello”, que es el que ha causado más sensaciones emocionales en los comensales y fue presentado en el Food and Service de Santiago, siendo el plato campesino más ovacionado por lo que evocaba.
Cuando Consuelo comenzó con su sueño de crear El Abasto quiso representar en él a su región, por lo que mandó a hacer sillas con mimbre de Chimbarongo, vajilla en Pañul, platos de piedra de Pelequén, entre otros productos que ponen en valor el trabajo y la tradición de muchos artesanos (as) y de esta manera conectar al cliente con la dimensión de su paisaje y entender la relación del producto con el productor.
Uno de los objetivos que se plantea Consuelo es logar un conocimiento profundo de la región para si lograr el entendimiento para transmitir su identidad a través de un plato y presentarlo con propiedad a los comensales. Un plato se vende por la historia que contiene, por lo que es su responsabilidad y de quienes integran El Abasto, conocer esa historia detrás de cada ingrediente y transmitirla.
En el menú se habla del producto y la localidad. Además, cuando las personas están en la mesa se le explica la localidad apoyándonos en la gráfica del menú impreso en los individuales que están sobre ella. También hay temporadas en las que refuerzan los ciclos propios de algunos productos, es el caso de la chicha, aceitunas, aceite de oliva, cordero, quínoa, teniendo a la venta el producto del productor.
Estofado de cordero es un plato icónico que tiene las variables que consideran en su cocina: ocupar productos que son de descarte y presentarlo en una super merienda, como es el caso del cogote y el plato “Estofado de Medallón de cuello”, que es el que ha causado más sensaciones emocionales en los comensales y fue presentado en el Food and Service de Santiago, siendo el plato campesino más ovacionado por lo que evocaba.
Cuando Consuelo comenzó con su sueño de crear El Abasto quiso representar en él a su región, por lo que mandó a hacer sillas con mimbre de Chimbarongo, vajilla en Pañul, platos de piedra de Pelequén, entre otros productos que ponen en valor el trabajo y la tradición de muchos artesanos (as) y de esta manera conectar al cliente con la dimensión de su paisaje y entender la relación del producto con el productor.
Uno de los objetivos que se plantea Consuelo es logar un conocimiento profundo de la región para si lograr el entendimiento para transmitir su identidad a través de un plato y presentarlo con propiedad a los comensales. Un plato se vende por la historia que contiene, por lo que es su responsabilidad y de quienes integran El Abasto, conocer esa historia detrás de cada ingrediente y transmitirla.
En el menú se habla del producto y la localidad. Además, cuando las personas están en la mesa se le explica la localidad apoyándonos en la gráfica del menú impreso en los individuales que están sobre ella. También hay temporadas en las que refuerzan los ciclos propios de algunos productos, es el caso de la chicha, aceitunas, aceite de oliva, cordero, quínoa, teniendo a la venta el producto del productor.
Estofado de cordero es un plato icónico que tiene las variables que consideran en su cocina: ocupar productos que son de descarte y presentarlo en una super merienda, como es el caso del cogote y el plato “Estofado de Medallón de cuello”, que es el que ha causado más sensaciones emocionales en los comensales y fue presentado en el Food and Service de Santiago, siendo el plato campesino más ovacionado por lo que evocaba.
Cuando Consuelo comenzó con su sueño de crear El Abasto quiso representar en él a su región, por lo que mandó a hacer sillas con mimbre de Chimbarongo, vajilla en Pañul, platos de piedra de Pelequén, entre otros productos que ponen en valor el trabajo y la tradición de muchos artesanos (as) y de esta manera conectar al cliente con la dimensión de su paisaje y entender la relación del producto con el productor.
Uno de los objetivos que se plantea Consuelo es logar un conocimiento profundo de la región para si lograr el entendimiento para transmitir su identidad a través de un plato y presentarlo con propiedad a los comensales. Un plato se vende por la historia que contiene, por lo que es su responsabilidad y de quienes integran El Abasto, conocer esa historia detrás de cada ingrediente y transmitirla.
En el menú se habla del producto y la localidad. Además, cuando las personas están en la mesa se le explica la localidad apoyándonos en la gráfica del menú impreso en los individuales que están sobre ella. También hay temporadas en las que refuerzan los ciclos propios de algunos productos, es el caso de la chicha, aceitunas, aceite de oliva, cordero, quínoa, teniendo a la venta el producto del productor.