Para sembrar las semillas de calabazas primero debo preparar la tierra para la siembra. Cada cierta distancia se hacen agujeros en el suelo, ahí se van dejando las semillas. Antes de mediados de agosto debe estar todo sembrado. El riego lo hago por goteo, es un sistema que tengo gracias a un proyecto de Indap, el que me permite optimizar el consumo de agua. La calabaza se cosecha entre fines de diciembre y principios de enero.
Una vez cosechadas las calabazas las dejo secando al sol, durante un periodo mínimo de una semana. Esto se hace para que la cáscara se vaya resecando. Con un cuchillo delgado las pelo, es decir que, las raspo para ir quitándole una delgada capa de piel. Luego las divido en tres categorías, las que establezco por el tamaño: calabazas de primera, refiriéndome a las más grandes; de segunda, las medianas; y de tercera, las más pequeñas.
Antes de hacer la boca de la calabaza, las tiño o dibujo con un soplete. No los bosquejo, ni copio los dibujos, solo con la llama del soplete voy dándole formas, las que van surgiendo de la inspiración que tenga en ese momento. Hay veces en que aparecen mariposas, flores, figuras geométricas, entre otras formas. Por eso digo que mis mates son originales, no hay ninguno igual a otro, aunque quisiera hacerlo no podría.
Una vez que están hechos los dibujos hago la boca del mate. Para esto ocupo un torno, donde tengo la pieza precisa para hacer el corte exacto. Luego se sacan las semillas y se limpia la calabaza por dentro. Con latas de bebidas obtengo el aro que pongo en la boca de los mates. La forma la da un tornero. El mate se cura con aguardiente, pisco o alcohol. Después se lava con agua caliente. Ahí queda listo para su uso, para comenzar a matear.
Para sembrar las semillas de calabazas primero debo preparar la tierra para la siembra. Cada cierta distancia se hacen agujeros en el suelo, ahí se van dejando las semillas. Antes de mediados de agosto debe estar todo sembrado. El riego lo hago por goteo, es un sistema que tengo gracias a un proyecto de Indap, el que me permite optimizar el consumo de agua. La calabaza se cosecha entre fines de diciembre y principios de enero.
Una vez cosechadas las calabazas las dejo secando al sol, durante un periodo mínimo de una semana. Esto se hace para que la cáscara se vaya resecando. Con un cuchillo delgado las pelo, es decir que, las raspo para ir quitándole una delgada capa de piel. Luego las divido en tres categorías, las que establezco por el tamaño: calabazas de primera, refiriéndome a las más grandes; de segunda, las medianas; y de tercera, las más pequeñas.
Antes de hacer la boca de la calabaza, las tiño o dibujo con un soplete. No los bosquejo, ni copio los dibujos, solo con la llama del soplete voy dándole formas, las que van surgiendo de la inspiración que tenga en ese momento. Hay veces en que aparecen mariposas, flores, figuras geométricas, entre otras formas. Por eso digo que mis mates son originales, no hay ninguno igual a otro, aunque quisiera hacerlo no podría.
Una vez que están hechos los dibujos hago la boca del mate. Para esto ocupo un torno, donde tengo la pieza precisa para hacer el corte exacto. Luego se sacan las semillas y se limpia la calabaza por dentro. Con latas de bebidas obtengo el aro que pongo en la boca de los mates. La forma la da un tornero. El mate se cura con aguardiente, pisco o alcohol. Después se lava con agua caliente. Ahí queda listo para su uso, para comenzar a matear.
Para sembrar las semillas de calabazas primero debo preparar la tierra para la siembra. Cada cierta distancia se hacen agujeros en el suelo, ahí se van dejando las semillas. Antes de mediados de agosto debe estar todo sembrado. El riego lo hago por goteo, es un sistema que tengo gracias a un proyecto de Indap, el que me permite optimizar el consumo de agua. La calabaza se cosecha entre fines de diciembre y principios de enero.
Una vez cosechadas las calabazas las dejo secando al sol, durante un periodo mínimo de una semana. Esto se hace para que la cáscara se vaya resecando. Con un cuchillo delgado las pelo, es decir que, las raspo para ir quitándole una delgada capa de piel. Luego las divido en tres categorías, las que establezco por el tamaño: calabazas de primera, refiriéndome a las más grandes; de segunda, las medianas; y de tercera, las más pequeñas.
Antes de hacer la boca de la calabaza, las tiño o dibujo con un soplete. No los bosquejo, ni copio los dibujos, solo con la llama del soplete voy dándole formas, las que van surgiendo de la inspiración que tenga en ese momento. Hay veces en que aparecen mariposas, flores, figuras geométricas, entre otras formas. Por eso digo que mis mates son originales, no hay ninguno igual a otro, aunque quisiera hacerlo no podría.
Una vez que están hechos los dibujos hago la boca del mate. Para esto ocupo un torno, donde tengo la pieza precisa para hacer el corte exacto. Luego se sacan las semillas y se limpia la calabaza por dentro. Con latas de bebidas obtengo el aro que pongo en la boca de los mates. La forma la da un tornero. El mate se cura con aguardiente, pisco o alcohol. Después se lava con agua caliente. Ahí queda listo para su uso, para comenzar a matear.