Utilizo solo lana de oveja Merino. Se trata de una lana viva, fácil de trabajar. La obtengo en Marchigüe, Paredones y Palmilla. Una vez que tengo la lana en mis manos, la abatano, es decir que, se pone densa a puro golpes con listones de maderas (batanes), hasta que se convierta en paño. Después de eso debo darle forma de cono. Luego coloco un cono sobre un molde de madera para formar la copa y con otro cono formo el ala.
Tanto la tela del bonete como la clocha se deben hacer en verano, para que la lana se compacte y se seque bien, de manera natural. Comienzo esta tarea en noviembre. Me apero de la mayor cantidad que pueda, para después, a partir de abril, comenzar el proceso del bordado, el que dura hasta noviembre, cuando se vuelve a repetir el ciclo. Normalmente trabajo con lanas blancas, las que con el tiempo toman un tono gris.
Actualmente, el secado del fieltro se hace más rápido que antes. Originalmente se secaban al aire, lo más pronto posible, para que no se eche a perder la lana con la humedad. Además, antes se encolaba el sombrero con un pegamento de cola especial que utilizaban los carpinteros para pegar maderas. Eso demoraba casi una semana en secar, aunque también es cierto que el bonete huicano quedaba más impermeable.
Los bordados representan imágenes campesinas de la comuna de Palmilla. Es un bordado que se hace a mano, con agujas pequeñas para trabajar detalles, empleando la técnica de la puntada atrás. Así se bordan las escenas campestres, labores propias del campo colchagüino, como las atajadas de quincha, el arado con bueyes, las correduras en cerro, las trillas a yegua suelta, entre otras.
Utilizo solo lana de oveja Merino. Se trata de una lana viva, fácil de trabajar. La obtengo en Marchigüe, Paredones y Palmilla. Una vez que tengo la lana en mis manos, la abatano, es decir que, se pone densa a puro golpes con listones de maderas (batanes), hasta que se convierta en paño. Después de eso debo darle forma de cono. Luego coloco un cono sobre un molde de madera para formar la copa y con otro cono formo el ala.
Tanto la tela del bonete como la clocha se deben hacer en verano, para que la lana se compacte y se seque bien, de manera natural. Comienzo esta tarea en noviembre. Me apero de la mayor cantidad que pueda, para después, a partir de abril, comenzar el proceso del bordado, el que dura hasta noviembre, cuando se vuelve a repetir el ciclo. Normalmente trabajo con lanas blancas, las que con el tiempo toman un tono gris.
Actualmente, el secado del fieltro se hace más rápido que antes. Originalmente se secaban al aire, lo más pronto posible, para que no se eche a perder la lana con la humedad. Además, antes se encolaba el sombrero con un pegamento de cola especial que utilizaban los carpinteros para pegar maderas. Eso demoraba casi una semana en secar, aunque también es cierto que el bonete huicano quedaba más impermeable.
Los bordados representan imágenes campesinas de la comuna de Palmilla. Es un bordado que se hace a mano, con agujas pequeñas para trabajar detalles, empleando la técnica de la puntada atrás. Así se bordan las escenas campestres, labores propias del campo colchagüino, como las atajadas de quincha, el arado con bueyes, las correduras en cerro, las trillas a yegua suelta, entre otras.
Utilizo solo lana de oveja Merino. Se trata de una lana viva, fácil de trabajar. La obtengo en Marchigüe, Paredones y Palmilla. Una vez que tengo la lana en mis manos, la abatano, es decir que, se pone densa a puro golpes con listones de maderas (batanes), hasta que se convierta en paño. Después de eso debo darle forma de cono. Luego coloco un cono sobre un molde de madera para formar la copa y con otro cono formo el ala.
Tanto la tela del bonete como la clocha se deben hacer en verano, para que la lana se compacte y se seque bien, de manera natural. Comienzo esta tarea en noviembre. Me apero de la mayor cantidad que pueda, para después, a partir de abril, comenzar el proceso del bordado, el que dura hasta noviembre, cuando se vuelve a repetir el ciclo. Normalmente trabajo con lanas blancas, las que con el tiempo toman un tono gris.
Actualmente, el secado del fieltro se hace más rápido que antes. Originalmente se secaban al aire, lo más pronto posible, para que no se eche a perder la lana con la humedad. Además, antes se encolaba el sombrero con un pegamento de cola especial que utilizaban los carpinteros para pegar maderas. Eso demoraba casi una semana en secar, aunque también es cierto que el bonete huicano quedaba más impermeable.
Los bordados representan imágenes campesinas de la comuna de Palmilla. Es un bordado que se hace a mano, con agujas pequeñas para trabajar detalles, empleando la técnica de la puntada atrás. Así se bordan las escenas campestres, labores propias del campo colchagüino, como las atajadas de quincha, el arado con bueyes, las correduras en cerro, las trillas a yegua suelta, entre otras.